Otra vez domingo y el cable mostrando lo mismo, y ni que decir de los canales abiertos con sus estrenos de hace 4 o 5 años con películas algunas veces buenas y otras tantas malas.
Siguiendo con el ciclo de películas que vale la pena ver, hoy les recomiendo otro éxito del director norteamericano David Lynch.
"The Straight Story" o una historia verdadera, ó una historia cualquiera, cuenta la historia del último deseo de un anciano muy achacado por los años pero con un espíritu aún fuerte y jovén que además de estar imposibilitado por no poder caminar sin la ayuda de dos bastones y al no tener licencia para conducir, debe hacer una larga travesía en una vieja podadora que arrastra también un improvisado trailer para dormir..
Es un auténtico road movie donde todos los personajes relevantes son personas de la tercera edad, lo que le da un lenguaje único con diálogos muy profundos y situaciones muy humanas.
Una película muy rural que se convierte en una ventana a la cultura de los campesinos del sureste de los Estados Unidos.
Como todas las producciones dirigidas por Lynch, esta goza de un manejo impecable del sonido y una banda sonora excepcional, que juega perfectamente con las vastas planicies norteamericanas donde se cultivan el trigo y otros cereales.
Es una película muy bonita, con una gran moraleja (cosa que le falta a las superproducciones gringas), y que nos pone a pensar en la fuerza de la voluntad, del alma y del espíritu por encima del cuerpo; en la benevolencia de un mundo asediado por el consumo, donde los valores se pierden día a día sin darnos cuenta.
Los invito entonces a visitar la videotienda más cercana e invertir $5.000 en dos horas de magia y arte.
Las crispetas también son buena sugerencia.
